Dream trip Spaldin: Un Evento de ensueño


Que una marca de colchones te invite a un evento de fin de semana, puede parecer un método de venta de esos de teletienda para jubilados, pero si la invitación viene de unos grandes amigos y al mismo evento están invitadas personas muy relevantes e interesantes del mundo de las redes sociales, la cosa se pone interesante. Si además el evento es en La Rioja, se convierte directamente en irresistible.
Spaldin, una marca riojana de colchones ecológicos con gran renombre en el mundo, especialmente en Estados Unidos (donde es el colchón de las celebrities, además sin previo pago que dice mucho de la marca), nos propuso pasar un fin de semana de ensueño en tierras riojana. Sólo nos prometía descanso y sorpresas y a cambio sólo disfrutar de la experiencia. Aprovecho para decir que este post no me lo ha solicitado nadie. Lo hago porque quiero. Y sobre todo porque quiero resaltar el valor de la buena organización de un evento.
Un evento puede hacerlo cualquiera ¿Quién no ha organizado alguno, desde cumpleaños a encuentros profesionales? Pero la labor de un profesional se percibe en la organización medida y, sobre todo, en la relevancia y difusión que adquiere el evento. Porque los eventos más relevantes no lo son por casualidad. Lo son porque alguien hace su trabajo seleccionando personas relevantes en el ámbito en el que quiere que esa iniciativa tenga difusión. En este caso, las redes sociales y la comunicación.

Además de la selección de los invitados, está el programa. Cualquier cosa vale para pasarlo bien cuando se está de fin de semana en La Rioja. Algo de lo que estoy completamente convencida, pero no todo es relevante para una marca de colchones. Uno puede pensar… qué tiene que ver visitar un La Rioja con colchones. El que se lo pregunta es que nunca ha vivido una jornada “a la riojana” con paseo en un coche de caballos por los viñedos, intensa visita a Dinastía Vivanco, comida de 4 platos… ¿Qué es lo que os apetecería hacer después? ¡Exacto! Una siesta. Pues allá que nos fuimos al ático del museo a probar los colchones en el momento en el que más apetece probarlos y a la vez aprender sobre la diferencia que existe entre unos colchones y otros. Me marcho preocupadísima con mis colchones de Ikea jajaja.
Pero la cosa no queda ahí… ¿Hay algo que relaje más que una buena guerra de almohadas? Era el colofón de un taller de risoterapia, que nos viene muy bien reírnos aunque sea de nosotros mismos y soltar los malos rollos que tenemos dentro, aunque yo necesitaría una terapia más larga jajaja. Y como traca final, el elemento más sorpresivo y brillante del fin de semana: el postre de la cena.

Que te traigan a un premio nacional de gastronomía como Juan Angel Rodrigálvarez a hacerte el postre en una bodega, ya de por sí es un momento memorable. Pero si además el postre es una camita personalizada, con los ingredientes que cada uno elija entre mullidas capas dulces… el momento se convierte en directamente sublime. ¡Premio a la creatividad, la imaginación, la notoriedad y la ligazón a la marca! No quiero daros más envidia pero es que además, estaba tan bueno que no dejamos ninguno ni los cabeceros de galleta.

Enhorabuena a los chicos de La Diferencia Creativa por un evento de manual para conseguir una comunicación eficaz.